Algunas de nosotras nos esforzamos por capacitar a otras personas mediante diversas formas de educación; otras ayudan a los necesitados; otras trabajan para construir puentes que acerquen a las personas, las culturas y las religiones; otras realizan su ministerio a través de la oración en nombre de los demás. Para muchas de nosotras, nuestro ministerio implica una combinación de todo ello.
El contexto determina nuestras oportunidades y prioridades. En nuestra parroquia o región, o más lejos, cada una de nosotras trata de poner en práctica su compromiso de manera que sea relevante hoy. Observamos lo que ocurre a nuestro alrededor y reflexionamos sobre ello a la luz de la Palabra de Dios. En diversos lugares del mundo, nos acercamos a los demás y nos comprometemos con ellos, conscientes de que el diálogo y la apertura al intercambio intercultural pueden generar respuestas nuevas e imaginativas.
Sea cual sea nuestro servicio, estamos llamados a amar como Dios ama. Todas las hermanas y miembros de la Familia de Sion trabajan juntos, con amor y fe, y con los mismos objetivos.