Real, Filipinas

Mi nombre “Anne” tiene un significado en la historia de nuestra familia. Mi abuela (irlandesa), del lado de mi madre se llamaba “Anne” y aunque yo no la conocí, me nombraron por ella. En la generación siguiente tenemos también “Anne-Marie” y una de mis tías también lleva ese nombre. Tomó para mí más sentido cuando leí la historia de Hannah en 1 Samuel los capítulos 1 y 2, que habla de la oración de acción de gracias; Dios “ser acordó de ella”… algo nuevo se iba a producir. Eso siempre me inspiró. Soy ciudadana del Reino Unido, con herencia irlandesa e inglesa, y actualmente vivo en el contexto de Asia. La mayor parte de mi vida estuvo marcada por traslados de mi familia – de Londres a Newcastle-on Tyne, a Sheffield, a Bournemouth – del Sur al Norte y viceversa. Estos últimos 16 años en Filipinas marcan el más largo período vivido en algún lugar y a veces me pregunto cuál es el mensaje. Tal vez el sentido de pertenencia es un asunto del corazón, y he descubierto que este sentimiento de pertenencia humana crece y se expande más allá de las raíces nacionales de mi origen. Viviendo en una hermosa pero ecológicamente frágil parte de Filipinas, en la cosa del Pacífico, nosotras, como comunidad, estamos comprometidas a ayudar al pueblo (especialmente las mujeres) en su lucha diaria por la supervivencia. En noviembre de 2004 los tres pueblos de esta zona fueron víctimas de las inundaciones y la Sierra Madre, que es el acceso al área de la costa, sufrió masivos derrumbes de tierra. Es difícil imaginar la devastación ya que, hasta un cierto punto, la naturaleza se encarga de reparar los daños. Sin embargo, cuando persisten las lluvias, las montañas aún siguen siendo vulnerables pues queda poca vegetación para cubrir la tierra. La gente sobrevive lo mejor que puede, algunos pescando, plantando, etc. En cuanto a mí, significa trabajar junto a las mujeres en la cooperativa de productores, fabricando papel, artesanías y jabón. Es un largo proceso y se avanza paso a paso. Habilidades para el marketing son necesarias. La otra área de trabajo es una réplica del Banco Grameen, para mujeres que reciben pequeños préstamos para sus propios proyectos; aquí, en esta zona rural, puede querer decir criar cerdos, gallinas, tener pequeños negocios, comprar y vender, etc. En estos momentos somos tres - dos mujeres que tienen una experiencia de comunidad y yo. Una de ellas también tiene experiencia en una micro financiera de Manila así que será de gran utilidad para compartirla aquí con los miembros y los empleados.