Discurso de apertura del Capítulo General

03/07/2010: Casa general - Roma | Álbum de fotos

Discurso de apertura del Capítulo General-

3 de julio 2010, Villa María Roma

De parte de nosotras cuatro acojo a cada una de ustedes como delegada al XXVo. Capítulo de la Congregación. Algunas de ustedes participan por primera vez a un capítulo general. Sean especialmente bienvenidas.

 Bienvenidas también nuestras secretarias – las Hermanas, Monique y Agnès, así como Ritsuko, nuestra secretaria de Roma.

Bienvenidas  nuestros facilitadotes- Brid e Ignacio- a quienes presentaremos más tarde.

Bienvenidas nuestras traductoras de las cabinas: Anne Marie Driss, Daniela,  Isable Maria do Rosario.

Esta vez tenemos cinco traductoras por Internet. Todas las traducciones escritas para el capítulo serán hechas por e-mail. Irene Borges se encargará del portugués/francés/inglés; Soledad se encargará del español/francés/inglés; y Maureen Scrine, Kathy y Anne Cécile, se encargarán del inglés/francés.

Quisiera mencionar el apoyo del personal de nuestra casa aquí en Roma. Diba, nuestra cocinera, nos asistirá con el café de la mañana y  el  de la tarde.

 Patrizia estará ahí para las transacciones y asuntos financieros y Luis para ayudarnos a mover y transportar todo lo que necesitemos de la casa o de  las tiendas.

Muchas de ustedes han participado ya de la preparación para hoy y para el capítulo Marie Christine decoró la vela “por encargo’ y no envió desde Grandbourg, tanto las indicaciones claras e ilustradas así como los pedazos de cera ¡ ya recortados!

Un capítulo general es un momento canónico en la vida de una congregación religiosa...Cada delegada y cada miembro ex officio tiene una responsabilidad canónica con la Congregación mientras que estemos en sesión. Las oficinas de la Sagrada Congregación están abiertas y accesibles por teléfono si tenemos necesidad de consultar!

El capítulo es un momento en el cual podemos hacer una experiencia muy concreta de obediencia común- si aceptamos estar verdaderamente abiertas al Espíritu... para abandonar las ideas fijas que tal vez hemos traído de nuestra provincia o de nuestra región.

El capítulo es un momento en el que somos llamadas a hacer y a experimentar un buen trabajo en equipo. Es un tiempo en el que compartimos la fe y la oración, donde nuestras liturgias están muy centradas y donde  uno toma el tiempo para hacerla hermosas. De costumbre es un tiempo de una buena experiencia de comunidad, donde una puede divertirse y alegrarse. Es, ciertamente el tiempo de buenos intercambios culturales y lingüísticos. Un capítulo demanda vigor y un duro trabajo.

Hemos recibido muchos buenos deseos, por e-mail/fax y por teléfono de todas partes de la Congregación, así como de “nuestros compañeros de la vida religiosa” aquí en Roma. Estamos pues sostenidas por la oración, como por un gran almohadón que nos envuelve.

Durante el capítulo, el 14 de julio, rendiremos honor al Cardenal Kasper que se acogerá a su retiro de la Comisión por la Unidad de lo Cristianos, con un nuevo premio que hemos creado – el premio Cardenal Bea – por los servicios realizados a favor de las relaciones judeocristianas, y en recuerdo del Cardenal Bea.

Con la recomendación de Celia Deutsch invitamos al Padre Jean-Pierre Ruiz- teólogo comprometido en el dialogo interreligioso- para hablarnos y ayudarnos a compartir  ideas sobre nuestro carisma, desde  de las diversas culturas.

Invitamos a tres asociados a pasar cuatro días con nosotras. Para un intercambio de ideas y para ayudarnos a avanzar con una orientación más clara.

Cada una de nostras ha sido llamada así, a este capítulo, con una responsabilidad especial hacia la Congregación. Es un momento de reto en la vida de la Congregación - un momento decisivo. Es un momento en el que nos es necesario ser verdadera y valerosamente abiertas al don que el Espíritu está listo a comunicarnos...

Nuestras madres fundadoras francesas fueron valientes cuando dejaron Francia para ir hacia otros continentes. Nuestro mundo es mucho mas pequeño actualmente y nosotros estamos  en mejores condiciones de conocer nuestro mundo ahora que no lo estaban  nuestras madres fundadoras. ¿Tenemos nosotras el mismo valor para hacer los cambios necesarios en la Congregación- cambios tan cruciales, en el contexto actual, que los que efectuaron nuestras hermanas mayores francesas, hace tantos años? ¿Tenemos nosotras ese sentido de la Congregación que ellas parecían tener – o estamos nosotras ahora demasiado encerradas en nuestras propias provincias?

En 2007, lanzamos el año de renovación para la Congregación- nos parece siempre que una renovación personal, profunda y continua es esencial para que  cualquier cambio sea aceptado y aplicado con integridad.

Yo he reflexionado sobre otro texto durante estos últimos meses y quisiera compartirlo con ustedes. Es la corta frase del Génesis, capítulo 4 – “¿Dónde estás?” – ayeka – Se ha escrito mucha sobre este texto, como muchas de ustedes lo saben, sobre todo en la tradición hassídica. Yo lo comprendo como un llamado que Dios nos hace personalmente a cada una de nosotras en lo más hondo ”¿Dónde estás ¿” Como es dirigido a Adán en el mito del Génesis, así nos es dirigido hoy – si yo puedo escuchar este llamado profundamente, yo me hago  más atenta y más consciente de mí misma, no de una manera egoísta y narcisista, sino con una conciencia profunda y fulminante de mi lugar en el universo.

Yo comencé a escuchar este llamado “ayeka” de varias maneras – con una conciencia más viva de que soy creada a  imagen de Dios – y que cada ‘otro’ es tambiién creado a  imagen de Dios. Así me hago más consciente que soy dependiente e interdependiente del resto del universo creado. En ese ´¿dónde estás?’ yo comprendo un llamado a asumir mi responsabilidad en la evolución continua de la creación-  comprendo el llamado a cuidar el planeta donde me encuentro- este jardín del Edén asombroso – a no destruirlo con el desperdicio, la destrucción y comprendo el llamado a la Congregación con su carisma especial – ‘¿Dónde estás?’ como miembro de esta Congregación internacional más pequeña, con un carisma extraordinario – ¿ cuál es mi/nuestra responsabilidad para un vida futura? ¿Cómo comenzar a describir ese nuevo futuro?

‘¿Dónde estamos nosotras  como Congregación, como  dos ramas de un árbol único – apostólicas y contemplativas? Seguramente estamos llamadas a plantearnos esa pregunta de nuevo una vez más durante el capítulo general y a hacer planes concretos con miras a un conocimiento y una práctica más grande de interdependencia y de reciprocidad.

‘¿Adónde estamos’, con respecto a la tarea que nos confió el Padre Teodoro como congregación religiosa con sus constituciones, transmitidas hasta nosotras por tantas generaciones de hermanas antes que nosotras’? ¿A qué damos forma nosotras? ¿’Adónde estamos nosotras’ con respecto a nuestros miembros más jóvenes.. qué porvenir internacional podemos prometerles? ¿A qué damos forma nosotras? ¿Será que les tenemos las riendas altas? ¿O es que podemos decirles ¿Vayan – lleven la Congregación en Este siglo XXI – llamen a otras – estamos aquí para sostenerlas, para guiarla y darles valor. Eso es una fecundidad que es buena.

‘Adónde estamos nosotras con respecto a una buena fecundidad – la transmisión creativa del mensaje que nosotras hemos heredado, de ser un congregación internacional valiente... Ustedes saben, por supuesto, que lo contrario de una buena fecundidad es el estancamiento y la muerte.  Muchas de entre nosotras son ahora las abuelas de la Congregación – ser una buena abuela es permitir a las generaciones que suben coger el justo lugar en la vida del conjunto.

Las esperanzas que ustedes expresaron para el capítulo general son también nuestras esperanzas... Ustedes deben recordarlas aquí – tratemos de que esas esperanzas lleguen a ser realidades concretas, que no se queden en nuestros papeles o en nuestros sueños.

Y ahora quisiéramos invitar a este capítulo general y a toda la Congregación a ‘escoger la vida’ para la Congregación y a descubrir juntas durante este mes y más allá, lo que eso quiere decir concretamente... para nuestro futuro.

Nuestro Capítulo ha comenzado verdaderamente en este momento. Aleluya.

Maureen