En estos tiempos tan difíciles y desafiadores, aquí va un relato de lo que aconteció recientemente: un gesto tan pequeño que podría haber pasado inadvertido.
Lo que ocurrió fue que un pequeño estipendio para un taller de drama bíblico, dirigido por Peta Pellach y Yael Unterman en Jerusalén, precisaba ser pagado por la comunidad de Sión en las Filipinas por medio de PayPal, que ellas no tenían.
Yael dijo “Denlo a los hambrientos en África.”
Conociendo la logística que había que seguir para hacer tal donación, y el hecho de que hay muchísima gente que pasa hambre en las Filipinas – y en tantos otros lugares del mundo – Yael estuvo de acuerdo en que la donación podría ir a familias próximas que la necesitaran.
Sor Beth, a través de su ministerio en la ciudad de Antipolo, tiene acceso directo a personas a quien unos pocos kilos de arroz las ayudarían.
Les contamos de dónde venía la donación: de la tierra de Jesús.
El mundo es pequeño y se hace aún más pequeño a la luz de tales pequeños actos de bondad.