En la declaración Nostra Aetate de 1965, la Iglesia católica se abrió a otras religiones y reconoció los vínculos intrínsecos del cristianismo con el judaísmo. Para las hermanas de Nuestra Señora de Sion fue un signo que nos llevó a aumentar la disponibilidad de nuestra experiencia y conocimientos judeocristianos, y a desarrollarlos aún más.
Hoy tenemos cuatro centros de Sion en: Jerusalén, Reino Unido, Costa Rica y Argentina. Principalmente centros de estudio y diálogo judeocristiano, cada uno de los cuales ha desarrollado su propio perfil interreligioso.