Nuestra historia

1802

Nace nuestro fundador, Théodore

Théodore Ratisbonne nace en Estrasburgo (Francia). Es el segundo de los diez hijos de una familia judía banquera en la que reina el amor. Los Ratisbonne son una familia honrada y recta, que se preocupa por el bienestar de los pobres de su comunidad de Estrasburgo. Théodore no recibe educación religiosa formal, pero es educado según los valores judíos. Su segundo hermano menor, Alphonse, nace en 1814, cuatro años antes de la muerte de su madre, cuando Théodore tiene dieciséis años.

1822

Théodore busca un sentido a la vida

Después de la muerte de su madre, Théodore dedica mucho tiempo a leer textos filosóficos, tratando de encontrar un sentido y un propósito a la vida. Comienza a estudiar Derecho, primero en París y luego en Estrasburgo. Tres años más tarde, Théodore renuncia a su condición de abogado. Optará, en cambio, por hacerse cargo de las escuelas que su padre había abierto para las familias judías más pobres en Alsacia. Al mismo tiempo, prosigue sus estudios de Ciencias naturales y Medicina.

1823

Théodore empieza a conocer la religión

En su tiempo libre, Théodore sigue un curso privado de filosofía, impartido en casa de Louise Humann, donde se combina la filosofía con la teología, y se exalta la fe por encima de la razón. Théodore empieza así a reflexionar sobre la religión como nunca antes lo había hecho. El curso se imparte en casa de Louise Humann.

1827

Bautizo de Théodore

Al frecuentar el curso de filosofía, Théodore conoce a Louise Humann. Louise, treinta y seis años mayor que Théodore, es una mujer de profunda fe y notable inteligencia y cultura. Es una de las tres firmantes del “Pacto de Turkenstein” de 1797, un compromiso en el que junto a otras dos personas prometía solemnemente consagrar su vida a Dios y al servicio de los demás, especialmente a la educación de la juventud, frente a las limitaciones impuestas a las comunidades religiosas que trabajaban en las escuelas durante la Revolución Francesa.

Entre Théodore y Louise surge una profunda amistad espiritual. Louise guía a Théodore en la lectura de las Escrituras y, cuando Théodore decide bautizarse, ella misma es quien lo bautiza. Inmediatamente después de su bautismo, Théodore comienza sus estudios para el sacerdocio.

1830

Théodore ingresa en el sacerdocio

Théodore es ordenado sacerdote. Se hace cargo de una sección de una escuela de Estrasburgo, enseña el catecismo y el Obispo coadjutor le asigna funciones parroquiales. En 1834, junto con un pequeño grupo de jóvenes sacerdotes abren algunas escuelas en Estrasburgo. Théodore se dedica de lleno a la enseñanza. Las escuelas gozan de buena reputación y crecen rápidamente.

1840

Théodore atiende a los pobres en París

Théodore se traslada a París, donde será subdirector de una archicofradía de oración en una parroquia de la ciudad. Un año más tarde, asumirá la responsabilidad de la capellanía de un orfanato de 300 niños. Esta obra responderá al deseo de Théodore de ayudar a los niños y a las personas que viven en condiciones de pobreza.

20 de enero de 1842

María se aparece al hermano de Théodore, Alphonse

Alphonse, el hermano pequeño de Théodore, que no siente interés por ningún tipo de religión, tiene una visión de la Virgen María en la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte en Roma.

Más tarde relatará: “Fue como si toda la iglesia quedara a oscuras, excepto una única capilla donde se concentraba toda la luz. Levanté los ojos hacia esa capilla, y vi a María radiante de luz… llena de belleza y de misericordia… ¡Ella no hablaba, pero yo lo comprendía todo!”

Este acontecimiento milagroso tiene un profundo efecto en los dos hermanos.

Alphonse ingresará en el noviciado de los jesuitas cinco meses después de la visión mariana en Roma. En los ocho años siguientes emitirá sus primeros votos y será ordenado sacerdote. En 1852, poco antes de sus votos perpetuos, abandonará la Compañía de Jesús para unirse a su hermano Théodore.

Théodore interpreta la aparición como un signo de discernimiento para sí mismo. Esta fecha se convertirá en la fiesta de Notre Dame de Sion. Cada año, el 20 de enero celebramos este acontecimiento que catalizó el nacimiento de la Congregación.

1843

Se siembra la semilla de la Congregación

Desde su encuentro con la Virgen María en Roma, Alphonse insta a su hermano mayor a hacer más por las familias judías necesitadas, de cuya difícil situación ha sido testigo en Estrasburgo y en la región francesa de Alsacia. Théodore acepta esta idea como una confirmación de su más profundo deseo de compartir la “paz, la luz y la felicidad” que ha encontrado.

Espera a tener la bendición del Papa Gregorio XVI y, una vez conseguida, responde a la petición de una madre judía necesitada, aceptando criar a sus hijas, con el apoyo de dos mujeres que le ayudan en el trabajo de la parroquia.

1846

Las mujeres piden que se formalice su vocación

Otras familias confían sus hijos al grupo, al que se unen otras mujeres para ocuparse de los niños. Estas mujeres se sienten fuertemente atraídas por la vida religiosa y piden constituirse como institución religiosa. Se realiza la primera consagración, sin votos.

1847

Théodore funda la Congregación

El Papa Pío IX emite un breve documento apostólico concediendo indulgencias plenarias —perdón espiritual— a las “Hermanas de Sion”. A finales de año, el Arzobispo de París aprueba una regla para la comunidad conforme al derecho canónico. Al año siguiente, las primeras hermanas pronuncian sus votos.

Théodore concibe la vocación de Sion como una vocación de amor. “Por encima de todo, debemos amar al pueblo de Israel”, afirma. La intuición fundamental de Théodore es que la llamada de la Congregación es mantener vivo dentro de la Iglesia el amor continuo de Dios por el pueblo judío. Esto es aún más significativo en el contexto de siglos de persecución de los judíos por los cristianos, un contexto que aún no ha cambiado en la época de Théodore. Recordará repetidamente a las hermanas las raíces judías del cristianismo y que Jesús nació judío.

Durante el siglo siguiente las hermanas se dedican principalmente a la educación. Construyen y dirigen escuelas para niñas y atienden a numerosos huérfanos y niños desfavorecidos. Las hermanas se vuelcan en el exigente trabajo de dirigir las escuelas, que llegarán a ser muy conocidas por su excelencia educativa.

A diferencia de otras escuelas católicas de la época, las escuelas de Sion acogen a niños de distintas confesiones. En materia de enseñanza religiosa, las hermanas respetan escrupulosamente los deseos de las familias de sus alumnos.

La Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Sion finalmente recibe su aprobación definitiva en 1873.

1848

Crece la comunidad de Sion en Francia

Sesenta hermanas se establecen en París y Evry, distribuidas en tres casas. En 1851, se nombra a la primera Superiora General de la Congregación, con un Consejo de doce hermanas.

Las sedes de París y Evry funcionan como escuelas. Poco a poco se van abriendo escuelas Notre Dame de Sion en toda Francia: en Marsella, Saint-Omer, Royan, Biarritz, Estrasburgo, Le Mans y Grenoble.

Desde el principio, Théodore desea ofrecer educación a quienes de otro modo no tendrían la oportunidad de acceder a ella. Funda orfanatos, escuelas primarias, escuelas secundarias, escuelas técnicas, escuelas diurnas e internados.

En sus centros la enseñanza se basa en una pedagogía inspirada en Louise Humann, una educadora adelantada a su tiempo, que cree en la importancia de la confianza entre profesores y alumnos, y favorece el desarrollo de las capacidades de pensamiento y diálogo frente al aprendizaje memorístico. Las escuelas ofrecen a las niñas la oportunidad de desarrollar una voz propia y aprender a vivir en armonía con personas de orígenes diferentes a los suyos. Este será el modelo para las escuelas Sion de todo el mundo.

1852

Se forma una sociedad de sacerdotes

Alphonse deja los Jesuitas para unirse a su hermano Théodore, y forman una sociedad de sacerdotes, la Société de Saint-Pierre. En 1855 el Arzobispo de París aprueba oficialmente la sociedad, rebautizada Société des Prêtres Missionnaires de Notre Dame de Sion.

La relación de profunda unidad y confianza entre Théodore y Alphonse desempeña un papel importante en el desarrollo de Notre Dame de Sion a lo largo de sus vidas. El fuerte sentido de familia seguirá siendo una característica de los hermanos y hermanas de NDS hasta nuestros días.

No será hasta después de la muerte de Théodore y Alphonse cuando la sociedad de sacerdotes se transforme en congregación. En 1893 se convertirá en la Congrégation des Prêtres Missionnaires de Notre Dame de Sion, y tras la Segunda Guerra Mundial el nombre cambiará de nuevo a Congrégation des Religieux de Notre Dame de Sion.
Hoy en día la congregación masculina está presente en Brasil, Israel y Francia.

1855

Alphonse llega a Palestina (actual Israel)

Alphonse se siente atraído por Jerusalén y emprende una peregrinación hacia esta ciudad. Residirá en Tierra Santa el resto de su vida.

En 1856, llegan las primeras hermanas. Poco a poco, avanza la construcción del Ecce Homo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Las excavaciones, de gran envergadura, permiten descubrir numerosas reliquias muy valiosas, datadas antes y después de Cristo. El convento del Ecce Homo empieza a escolarizar a niños apenas las obras lo permiten, y en 1881 ya acoge a cerca de 200 alumnos.

En 1861 se compra una casa en St. John in Montana (Ein Kerem), en las colinas de los alrededores. Théodore, deseoso de establecer un modelo intercultural, elige a siete hermanas de seis nacionalidades diferentes para formar la nueva comunidad de Ein Kerem. En sus inicios es un internado para huérfanos. En 1883 acoge a 100 niños.

Desde el principio, las hermanas de ambos centros entablan estrechas relaciones con la gente de su entorno. Las escuelas escolarizan a judíos, musulmanes y cristianos que viven en la zona, y se diversifican como dispensarios, donde se proporcionan gratuitamente medicamentos sencillos a la población local. Además, acogen a estudiantes de otros países: Jordania, Líbano, Siria, Emiratos Árabes y Arabia Saudí.

1856

Las hermanas llegan a Turquía

Las hermanas de Sion tienen la oportunidad de hacerse cargo de un internado en Constantinopla (actual Estambul). Lo ven como una oportunidad de abrirse a Oriente Próximo, donde viven cristianos de muchos ritos, con demasiada frecuencia incomprendidos y enfrentados, así que aceptan la propuesta. Se convierte en el primer instituto femenino inaugurado oficialmente en Turquía. Al principio atrae a familias cristianas, pero pronto recibe también a alumnas judías y musulmanas.

En vida de Teodoro se fundan otros dos internados en Turquía —Calcedonia (Kadıköy) y Esmirna (İzmir)—, y en el nuevo milenio se abre un jardín de infancia y una escuela primaria en Estambul.

Hoy, las escuelas de Estambul forman parte de la Red de Escuelas de Sion. Promueven un ambiente igualitario y una forma de pensar tolerante, orientando a los jóvenes a buscar lo que une en lugar de lo que divide.

1860

Las hermanas llegan a Inglaterra

Las hermanas, por invitación del Cardenal Manning, responsable eclesiástico de educación y justicia social, llegan a Inglaterra y fundan un colegio en Londres. En las dos décadas siguientes se abrirán otros tres conventos en Londres y sus alrededores. Uno de ellos escolarizará a más de 300 niños de una zona desfavorecida de Londres. En total, las escuelas de Sion en Inglaterra llegarán a ser seis.

Un siglo después, la escuela de Sion en Bayswater se traslada y se fusiona con una escuela secundaria local, dejando paso en el emplazamiento de Bayswater a un nuevo instituto catequético creado por la diócesis para ayudar a sacerdotes, profesores y predicadores a aplicar las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Con el tiempo se transformará en el Sion Centre for Dialogue and Encounter (SCDE). Tanto en la escuela como en el centro de estudios para adultos se enseñan las raíces judías del cristianismo y se promueve la amistad y el diálogo.

Hoy la Congregación está presente en el norte, en Midlands, y en el sur de Inglaterra, donde las hermanas trabajan en estudios bíblicos, relaciones judeocristianas e interreligiosas, justicia social y en las actividades de la parroquia. El colegio Notre Dame de Sion de Worthing ha seguido manteniendo hasta nuestros días el espíritu de NDS y su compromiso con el diálogo y el respeto a todos.

SCDE hoy
1865

Se establece una estructura organizativa

Sion celebra su primer Capítulo General, una asamblea del Consejo central al que se unen otras hermanas con cargos clave. En este capítulo se aprueba la primera Constitución de la Congregación, que contiene directrices, previamente expuestas en la Règle (Regla), sobre cómo vivir como hermana de Sion.

1866

Las hermanas llegan a Rumanía

A petición del Obispo Iosif Salandari, las hermanas llegan a Rumanía. Sion es una de las primeras congregaciones católicas en llegar a la región. Las hermanas fundan una escuela diurna y un internado en la ciudad de Iași, con el objetivo de contribuir a la educación en la región. Al año siguiente, se crea una escuela similar en Galați. En 1904, entre las dos escuelas, 130 hermanas proporcionan escolarización y asistencia caritativa a 900 niñas.

Justo antes del cambio de siglo, las hermanas abren una tercera escuela en Bucarest.

Los alumnos aprenden en un entorno que fomenta la igualdad y el respeto, y las hermanas se ocupan de la formación humana y espiritual de todos aquellos que les han sido confiados. Las escuelas gozan de gran prestigio y siguen siendo motivo de orgullo para los numerosos antiguos alumnos judíos, ortodoxos y católicos.

En 1917, 57 hermanas se ven obligadas a escapar de la agitación generada por la Primera Guerra Mundial en Rumanía. Se embarcan en un viaje de dos meses, una larga ruta hasta París por tierra y mar pasando por Moscú, Arkhangelsk, las Islas Feroe, Invergordon y Londres.

1878

Las hermanas llegan a Costa Rica

Las hijas del Presidente costarricense estudian en el colegio Sion de París. Cuando la esposa del Presidente, Emilia Solórzano Alfaro, plantea a la Congregación la posibilidad de abrir una escuela en su ciudad natal, Alajuela, cerca de San José, a Théodore le llena de alegría abrir un nuevo centro en América. Insta a las hermanas que van allí a dar prioridad a la educación de los más necesitados.

En octubre de 1878 llegan algunas hermanas de Francia, sin ninguna experiencia de la cultura centroamericana. Rápidamente se ponen a aprender el idioma y dos meses más tarde una escuela de Sion abre sus puertas por primera vez en Costa Rica.

Las suscripciones escolares abundan y, apenas un mes después de iniciar las clases, las hermanas tienen que pedir refuerzos a Francia para hacer frente a la creciente demanda.

1880

Las hermanas llegan a Egipto

Desde que nace la Congregación, Théodore quiere estar presente en Egipto, por la importancia bíblica de este país en relación con el pueblo judío y por la colocación geográfica de la península del Sinaí, fronteriza con Tierra Santa y puente terrestre entre Asia y África. Su deseo es fundar una comunidad en Alejandría, centro del cristianismo en el siglo I d.C., con una antigua tradición académica y una numerosa población judía en la época de Théodore.

Las dos primeras hermanas llegan a Alejandría procedentes de Jerusalén en abril de 1880. Compran un hotel en ruinas y, tras seis meses de obras de reforma, abren un internado. Se incorporan otras hermanas y juntas llevan adelante el colegio durante noventa años.

Cuando en 1970 las hermanas de Sion traspasan la escuela a una congregación católica copta, algunas permanecen en Alejandría, mientras que otras se trasladan a El Cairo, donde siguen dedicándose a proyectos de justicia social y a la labor docente. Abren una guardería en el barrio cairota de Materiah, donde hacía mucha falta. Una hermana, Sor Emmanuelle, decide vivir entre los traperos del barrio marginal de El Cairo; para mejorar la vida de la población local se dedica a proyectos de escolarización y atención sanitaria, y a la promoción de estrategias sostenibles de generación de ingresos.

En 1994 una nueva comunidad se establece en la aldea de El Berba, en el Egipto rural. Las hermanas se dedican a proyectos pastorales, sociales y de desarrollo entre los campesinos. De esta aldea saldrán tres nuevas hermanas de Sion.

1881

Las hermanas llegan a Túnez

Las relaciones en Túnez comienzan a forjarse ya en la década de 1860. El proyecto de una fundación en Túnez se concreta finalmente en 1881, a petición del obispo de la ciudad. Mientras se construye la nueva escuela, las hermanas abren un pequeño internado en una casa alquilada. En 1883, tras diversas inundaciones que provocan el derrumbe de los techos, las hermanas se trasladan aliviadas al nuevo colegio del convento, aún en construcción. Cuando finalmente se consagra la capilla en 1891, ya tienen 260 alumnos. La escuela crece y en 1946 cuenta con casi 900 alumnos internos y externos, a los que se ofrece un amplio programa escolar, así como actividades extraescolares en materias artísticas, estudios religiosos, deporte e idiomas, incluido el árabe.

Mientras tanto, en 1898 se abre una segunda escuela en el norte, en Bizerte, y treinta y tres años más tarde una tercera en el campo de Khaznadar, en las afueras de Túnez. Las escuelas acogen a niñas musulmanas, judías y cristianas de todo Túnez.

1883

Las hermanas llegan al Imperio austrohúngaro (hoy Italia, Austria y República Checa)

En Trieste nace la última comunidad en vida de Théodore Ratisbonne, y la primera del Imperio austrohúngaro, a petición de algunos triestinos que conocen la casa Ecce Homo de Jerusalén.

Tras superar una serie de obstáculos burocráticos, las primeras hermanas llegan a Trieste en 1883 y la escuela se inaugura a finales de año; con el tiempo se engrandece para acoger a alumnos de primaria y secundaria de Yugoslavia, Albania, Montenegro y la región de Istria (Croacia).

Las hermanas abren una escuela en Viena en 1889, y otra en Trento catorce años más tarde. Se funda una escuela de Sion en Praga en 1903, pero tropieza con una serie de impedimentos y se cierra al cabo de ocho años.

1884

Théodore y Alphonse mueren

Théodore fallece el 10 de enero. Es enterrado en Francia, en los terrenos de la escuela de Grandbourg (Évry). Su hermano Alphonse muere cuatro meses después, el 6 de mayo, y es enterrado en el jardín del monasterio de Ein Kerem, en Israel.

Para entonces, la Congregación cuenta con veintiuna fundaciones en nueve países. Sion es conocida por su atención a los marginados y el alto nivel de sus escuelas, donde se enseña a los alumnos a respetar las creencias religiosas y la cultura de los demás.

Las últimas palabras que Théodore susurra son: “Hágase tu voluntad, con amor”.

Comienza así una nueva era, en la que las hermanas toman plenamente las riendas de la Congregación, guiadas por las enseñanzas, la espiritualidad y la sabiduría siempre presentes de su fundador.

1887

Una inauguración en Roma, Italia

La primera nueva fundación de las hermanas tras la muerte de su fundador tiene lugar en Roma. El internado que abren prospera, por lo que se trasladan varias veces a locales más amplios, estableciéndose en la colina del Janículo.

La escuela cierra en 1939, pero las hermanas se quedan en Roma y construyen allí su nueva Casa General, para estar más cerca del corazón de la Iglesia Católica Romana durante el Concilio Vaticano II de 1962-65.

Después del Concilio Vaticano II, la Congregación crea el SIDIC – Service Internationale de Documentation Judéo-Chrétienne (Servicio Internacional de Documentación Judeocristiana) en el centro de la ciudad.

La administración central de la Congregación permanece en Roma hasta nuestros días.

1888

Las hermanas llegan a Brasil

Cuando las hermanas llegan a Río de Janeiro, en Brasil hace solo sesenta años que las niñas tienen acceso a la escuela y sigue habiendo carencias en la oferta de educación femenina. La petición inicial a Sion procede de una comisión gubernamental.

Las dos primeras décadas de Sion en Brasil suponen un éxito académico, aunque matizado por las crisis sanitarias locales. Las hermanas adquieren o construyen escuelas en Río de Janeiro, Petrópolis, Juiz de Fora, São Paulo, Campanha y Curitiba, para atender la creciente demanda de escolarización. En los primeros tiempos, sin embargo, se ven obligadas a trasladarse varias veces para evitar la propagación de enfermedades durante los brotes de fiebre amarilla.

En 1935, la escuela de Río cuenta con niñas de procedencia variada, cientos de ellas de familias pobres. En 1971 se abre a niños y en 1988 alcanza los 1.400 alumnos.

La escuela de Curitiba es la primera de Brasil en adoptar el método de enseñanza Montessori en 1950, bajo la dirección de María Montessori.

Se abren más escuelas en el marco de proyectos de escolarización gratuita en Curitiba y Salvador. Con el tiempo, habrá once escuelas en Brasil. En la actualidad, la Congregación dirige cinco escuelas de Sion.

Las hermanas se implican en el trabajo social dentro y fuera de las escuelas. Participan en proyectos de solidaridad a largo plazo y ofrecen estudios bíblicos a los niños y jóvenes de sus parroquias.

En 1958 se funda Curitiba-Solitude: la primera fundación contemplativa de Sion fuera de Europa. Casi medio siglo después se abre una segunda casa contemplativa en Divina Pastora, una pequeña ciudad del estado de Sergipe.

1890

Las hermanas llegan a Australia

En respuesta a la solicitud de ayuda del Obispo James Corbett para crear escuelas católicas en la diócesis de Sale, Victoria, un grupo de hermanas europeas emprende un viaje de 42 días a Australia. Inmediatamente después de su llegada a Sale, asumen la dirección de la escuela primaria local y ponen en marcha una pequeña escuela secundaria nueva en locales provisionales. Se construye un gran convento y una escuela nuevos, dando trabajo a muchos obreros locales durante la crisis bancaria australiana.

Las hermanas son vistas como mujeres cultas y atentas, y aportan una presencia espiritual femenina sin precedentes. Las escuelas ofrecen un plan de estudios mucho más amplio que el que existía hasta entonces en ámbito religioso, y gracias a los internados las niñas de zonas remotas del interior pueden acceder a una educación que de otro modo no tendrían.

Durante las décadas posteriores a la finalización de las obras de la escuela de Sale, se hacen fundaciones en Bairnsdale, Warragul y Box Hill, y se añade un orfanato al centro de Sale. Algunas hermanas asumen la dirección de los centros, otras son profesoras de primaria y secundaria.

A partir de mediados del siglo XX, las hermanas se implican menos en la gestión de las escuelas; sin embargo, su compromiso con la educación continúa hasta nuestros días, en las escuelas, los centros de enseñanza superior y los ambientes extraescolares.

Las hermanas siguen estando profundamente involucradas en sus parroquias locales y llevan a cabo labores sociales y humanitarias.

1892

Las hermanas llegan a EE.UU.

Las primeras fundaciones en Norteamérica tienen lugar en tres ciudades vecinas del estado de Maine. En Auburn, una escuela ofrece educación al gran número de francófonos locales y se establece un noviciado. En Lewiston, el centro industrial más importante de Maine, las hermanas trabajan en una escuela parroquial, con clases de hasta 150 alumnos. En Brunswick, las hermanas también imparten clases en una escuela parroquial.

En 1904, las hermanas, que son más de sesenta, abandonan Maine. Algunas permanecen en Estados Unidos, otras ayudan a establecer nuevas fundaciones en Brasil y Australia, y otras responden a un llamamiento de Canadá.

A lo largo de los años, se constituyen fundaciones en el Medio Oeste y en estados del nordeste: Kentucky, Misuri, Michigan, Washington DC, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois. La mayoría de las hermanas se dedican a la enseñanza, el trabajo parroquial y la asistencia social; otras emprenden estudios de postgrado.

Las hermanas de Kansas City (Missouri) abren un jardín de infancia francés que con el tiempo evoluciona a escuela primaria y escuela secundaria. En 1962, la presencia de Sion en Kansas City se amplía con el traslado de la escuela secundaria a un nuevo campus, que sigue siendo un miembro activo de la red internacional de escuelas de Sion.

Después del Vaticano II, los esfuerzos de las hermanas se centran en los estudios judeocristianos y las relaciones interreligiosas. Se valora mucho la excelencia académica. Las hermanas también participan activamente en la educación y la promoción de la justicia ecosocial y los derechos humanos.

1897

Las hermanas llegan a Bulgaria

La Congregación llega a Bulgaria en 1897, a petición del Obispo de Ruse, para dirigir un internado y una escuela diurna donde niños y niñas ortodoxos, católicos, protestantes y judíos puedan estudiar juntos.

Cuando Bulgaria entra en guerra en 1915, las hermanas francesas se marchan, la escuela cierra y un hospital militar ocupa parte de los edificios. Para las hermanas que permanecen en Ruse, las condiciones se endurecen progresivamente durante la guerra. Algunas hermanas son internadas en Filipópolis (hoy Plovdiv) y cuando regresan a Ruse a finales de 1917 tienen que alojarse en sótanos mientras el conflicto continúa. La casa queda muy dañada por los bombardeos.

En 1918, las hermanas aceptan una oferta para dirigir un internado y una escuela diurna que antes estaba en manos de los alemanes. La escuela florece y crece hasta que la Segunda Guerra Mundial llega a Bulgaria. En 1943, tras numerosos bombardeos y requisas, se cierra la escuela.

La situación en Europa Central tras el Telón de Acero obliga finalmente a todas las hermanas a abandonar el país en 1948.

1903

Las hermanas llegan a Bélgica

Las hermanas abren una escuela en Amberes en 1903, a raíz de las leyes anticlericales en Francia. La escuela se cierra temporalmente entre 1915 y 1919 debido a la Primera Guerra Mundial, por unos meses durante la Segunda Guerra Mundial y definitivamente en 1952, cuando las hermanas abandonan Bélgica.

En 1970, las hermanas vuelven, a petición de la Iglesia de Bruselas, para abrir un centro judeocristiano. En este centro, que toma el nombre de Service de Documentation pour les Relations judéo-chrétiennes (Servicio de Documentación para las Relaciones Judeocristianas), se dan cursos, charlas, conferencias y se organizan encuentros. El centro posee una importante biblioteca y edita una revista trimestral. Es el primero de una serie de foros de encuentro interconfesional creados por cristianos y judíos en Bélgica en los años setenta.

En 2004, la Congregación dona los archivos y la documentación del centro a KADOC, un centro de documentación e investigación sobre religión, cultura y sociedad de Lovaina.

1904

Las hermanas llegan a Canadá

Veinticuatro hermanas de Sion abandonan Maine respondiendo al Obispo Pascal que las llama a abrir una escuela para niñas en Prince Albert (Saskatchewan), Canadá. Poco después, las hermanas fundan escuelas en Moose Jaw y Saskatoon. Las escuelas florecen, y un número importante de graduadas ingresa en el noviciado, que se abre en 1949.

En Saskatoon, algunas hermanas administran una escuela privada, la Sion Academy, donde enseñan. Otras trabajan para del sistema de escuelas católicas de esta ciudad como maestras de primaria. Poco a poco, van surgiendo pequeñas comunidades, por diversos periodos de tiempo, para apostolados específicos como la pastoral parroquial, el discernimiento vocacional y el cuidado de niños discapacitados.

Mientras tanto, en 1947 comienza la expansión al este de Canadá, en Montreal, donde se funda un centro judeocristiano y una escuela bilingüe.

En 1964, un grupo de hermanas va a Toronto para estudiar las novedades teológicas y escriturísticas introducidas por el Concilio Vaticano II. Un segundo grupo llega en 1970, y su ministerio incluye estudios académicos, enseñanza, ecumenismo, diálogo interreligioso y proyectos sociales, como ayudar a los refugiados a establecerse en la ciudad.

A partir de 1979, las hermanas de Winnipeg viven en el centro de la ciudad donde, durante cuarenta años, trabajan en los campos de la educación y la justicia, incluso en una escuela alternativa y en un centro de acogida frecuentado por muchos jóvenes de la comunidad nativa.

La presencia de Sion en Canadá finalmente se compone de miembros jubilados, dedicados principalmente al apostolado de la oración. Los que pueden participan activamente en el diálogo judeocristiano, y en iniciativas de ayuda a los necesitados y de solidaridad con los pueblos indígenas.

1904

Las hermanas llegan a Hungría

Las hermanas llegan a Budapest y abren una escuela provisional en locales existentes. Se mudan a la espera de que terminen las obras a una colina en los suburbios de Buda, y finalmente se instalan en el nuevo colegio del convento en 1930.

La escuela se gana rápidamente el respeto de la comunidad. Imparte lenguas extranjeras y literatura europea, y pretende ampliar el horizonte de sus alumnos y enseñarles amor y respeto.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la escuela sufre daños. En 1948, poco después de la renovación del edificio, la escuela pasa a manos del nuevo Estado comunista, y en 1949 las hermanas abandonan la escuela y el país.

Cuando acaba el comunismo, se restablecen las relaciones con la escuela.

1926

Las hermanas tratan de contrarrestar el creciente antisemitismo

En las dos últimas décadas han empezado a formarse círculos de colaboración entre cristianos y judíos. En estos círculos, las hermanas de Sion ponen a disposición su red internacional de conventos como lugares de encuentro. Sin que las hermanas lo supieran entonces, estos lugares de encuentro son precursores de los centros judeocristianos que la Congregación instituirá en décadas futuras.

A medida que el antisemitismo crece durante las décadas de 1920 y 1930, las hermanas, en los límites de su vida de clausura, colaboran más activamente para contrarrestar el tipo de antisemitismo presente en muchos círculos cristianos y facilitar el diálogo entre cristianos y judíos, participando en reuniones, escribiendo y realizando una labor editorial.

1926

“La Solitude”: nace una comunidad contemplativa

La oración es esencial en la vida de todas las hermanas de Sion, pues solamente la oración nos abre el misterio de Dios y sus caminos. Por eso, cuando Théodore Ratisbonne fundó la Congregación, tenía muy claro que quería formar una comunidad de hermanas que ejercieran su apostolado enteramente a través de la oración. Sabía, sin embargo, que esto llevaría tiempo.

A principios del siglo XX, la Madre Cristina dirigía el internado de Sion en San José de Costa Rica. En 1910, recibió su llamada a la vida contemplativa cuando se encontraba en una capilla que, tras una serie de terremotos que redujo a escombros muchos edificios de la zona, seguía en pie.

No es hasta 1926 que la Madre Cristina es enviada a Francia para cumplir la intuición de Théodore de fundar una comunidad contemplativa de Sion. Ella y otras dos hermanas se adaptan silenciosamente a una vida de clausura, más silenciosa, orante y llena de la Palabra de Dios.

1936

Las Ancelles modelan las relaciones judeocristianas en Sion

Las Ancelles de Notre-Dame, Reine de Palestine (Siervas de Nuestra Señora, Reina de Palestina), una comunidad católica que llega a Francia desde Palestina, se unen a las hermanas de Nuestra Señora de Sion y forman la rama Ancelles de la Congregación.

Las mujeres de esta rama viven de forma diferente a las demás hermanas. Fuera de los muros del convento, no se las distingue por su aspecto; no llevan hábito como las otras hermanas, y se dirigen a ellas como “señorita”, no como “hermana” o “madre”. Viven y trabajan codo a codo con gente judía y, a lo largo de los años, comparten los aspectos humanos de esta experiencia y su comprensión de la vida comunitaria judía con otras hermanas.

En 1964 esta rama se disuelve. Algunas de ellas optan por permanecer con Nuestra Señora de Sion, mientras que otras se separan de la Congregación y toman el nombre de Pax Nostra.

1939

Hermanas en Europa salvan a judíos de los nazis

Cuando comienza la Segunda Guerra Mundial, hay más de 2.000 hermanas en la Congregación, de las que alrededor de una cuarta parte están en Francia. Numerosas hermanas en Francia, Italia, Bélgica y Hungría actúan con gran valor, acogiendo a niños y familias, procurándose papeles falsos y colaborando con otros miembros de la Resistencia, para salvar a varios centenares de judíos.

Solo en Roma, las hermanas abren sus puertas a 187 personas y las salvan de la deportación. Se trata de la mayor contribución por parte de una institución religiosa femenina de Roma para ayudar a los judíos perseguidos.

Después de la guerra, las hermanas siguen liderando y apoyando iniciativas educativas para dar a conocer la historia de la Shoá.

Décadas después, Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá, reconoce a siete hermanas de Notre Dame de Sion y a un Padre de Sion como “Justos entre las Naciones” por su labor de rescate de judíos durante el Holocausto.

1950

Las hermanas llegan a España

Las hermanas abren una casa en Madrid y dirigen inicialmente una residencia para jóvenes. Comienzan a entrar en contacto con la comunidad judía y con estudiosos y periodistas de España y, en 1960, fundan Amistad Judeocristiana, un foro orientado a la amistad entre judíos y cristianos.

Una de las primeras actividades del grupo será la revisión de los libros de texto de la enseñanza secundaria, muchos de los cuales están impregnados de prejuicios antisemitas. Tanto el Ministerio de Educación como la Iglesia acogen favorablemente las correcciones. El grupo también organiza reuniones y prepara publicaciones y comunicados de prensa, radio y televisión.

En 1960, una comunidad de hermanas comienza a establecerse en Barcelona. Inicialmente se dedican a labores sociales en la periferia de la ciudad. En 1966 se forma en Barcelona un grupo judeocristiano con el nombre de Entesa Judeocristiana, que obtiene la aprobación oficial dos años más tarde.

1951

Tiempo de reflexión sobre los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Congregación comienza a asimilar el impacto del Holocausto. Será un largo proceso. En esta primera etapa, se afirma que la tarea de Sion es establecer un nuevo vínculo entre cristianos y judíos. Después de vivir el horror de la Shoá, las hermanas se dan cuenta de que lo que Sion ha hecho hasta entonces no es suficiente. “Nuestro apostolado especial —escribe la Superiora General, Sor Félix— tiene que adaptarse completamente a las nuevas circunstancias”.

Con esta intuición, Sor Félix se adelanta a una necesidad que se intensifica tras una larga batalla pública en 1953 por la custodia de dos niños judíos cuyos padres han muerto en un campo de concentración nazi. El caso implica a numerosas personalidades católicas, judías y gubernamentales de Francia, a la Iglesia Católica como institución e incluso al Estado franquista español. La custodia de los niños finalmente se confía a sus parientes en 1953.

Este asunto tiene un efecto perjudicial en las relaciones entre las autoridades religiosas judías y católicas en Europa que perdura muchos años; aunque también incita a los católicos, y en particular a las hermanas de Notre Dame de Sion, a plantearse nuevas relaciones con el pueblo judío.

1955

En busca de una nueva dirección

Durante cinco años, las hermanas y los hermanos de Sion elaboran una publicación interna que incluye artículos para la formación permanente de las hermanas sobre el pensamiento judeocristiano actual, todavía en sus inicios.

En 1955, Sion abre en París el Centre d’étude et d’information pour Israël (Centro de Estudios e Información sobre Israel) e invita a numerosos eruditos a una conferencia internacional titulada “Sesión informativa sobre diversos aspectos del misterio de Israel”.

Se crea un comité permanente para continuar el debate iniciado durante esta conferencia y ayudar a reorientar a toda la congregación. Las hermanas se dan cuenta de que ya no es suficiente trabajar para los judíos y, poco a poco, se desarrolla el trabajo con los judíos.

1960

Un centro judeocristiano abre sus puertas en Londres

Las hermanas abren un pequeño centro, en la misma calle que el convento de Sion, en Bayswater, Londres, donde judíos y cristianos pueden estudiar juntos. El centro tiene una biblioteca y produce folletos para promover un entendimiento más abierto sobre las raíces judías del cristianismo y el judaísmo contemporáneo.

Con el paso del tiempo, el centro se convierte en un lugar de estudio que favorece un mayor entendimiento mutuo no solo entre cristianos y judíos, sino también entre otras confesiones y culturas. Allí se reúnen destacados pensadores de distintas tradiciones para trabajar por la amistad y contra todo prejuicio confesional.

En el año 2000, el centro y la biblioteca se trasladan al otro lado de la calle, al edificio del convento, recientemente reformado. Para reflejar su labor y su misión, pasa a llamarse SCDE – Centre for Dialogue and Encounter (Centro de Sion para el Diálogo y el Encuentro).

En la actualidad, el SCDE ofrece cursos y conferencias en línea.

SCDE hoy

1960

Las hermanas llegan a Marruecos

Un pequeño grupo de hermanas se traslada al barrio judío de Fez. Las hermanas se integran en la comunidad local; una de ellas dirige al personal de enfermería de un hospital que atiende diariamente entre 500 y 700 pacientes. Las hermanas crean un grupo informal judeocristiano, de entre diez y cincuenta miembros anuales, que se reúnen todos los meses para dialogar y conocer la fe de los demás. El grupo se disuelve en 1967, cuando muchos judíos abandonan el país en vísperas de la Guerra de los Seis Días.

En 1970, una hermana se traslada de Fez a Casablanca, donde enseña en la escuela judía local y en la Gendarmería Nacional. Su labor es ampliamente reconocida.

Las hermanas abandonan Marruecos en 1975.

1961

Las hermanas llegan al Líbano

En 1961, hermanas de Egipto, Malta, Rumanía y Francia llegan a Beirut, en Líbano, el país con mayor diversidad religiosa de Oriente Medio.

Se dedican principalmente a la educación: dirigir, enseñar y ayudar a alumnos con dificultades de aprendizaje en las escuelas libanesas. Las hermanas también ofrecen educación religiosa y catequesis en una iglesia local. Una hermana dirige un internado para mujeres jóvenes de fuera de la ciudad que estudian en la universidad. Algunas hermanas siguen cursos de árabe y llevan a cabo investigaciones interreligiosas.

En 1977, durante la guerra del Líbano, se cierran las comunidades de Beirut.

1962

Una llamada a la acción de toda la congregación

Comienza a producirse un importante cambio de dirección en la Congregación. Las responsables adoptan nuevas reglas para todas las hermanas, que incluyen no llevar hábito cuando se ejerce alguna profesión fuera de las escuelas, para ayudar a romper las barreras interreligiosas.

Se pide a las hermanas que se centren más rigurosamente en aprender la historia de Israel y conocer el pueblo judío. El Consejo General escribe una carta a la Congregación, solicitando directamente que las hermanas trabajen para contrarrestar el antisemitismo y se dediquen seriamente a los estudios judíos.

Corresponde a las hermanas ser pioneras en nuevas iniciativas.

1963

La nueva dirección de Sion se afianza

Se recogen propuestas sobre nuevas acciones para promover el conocimiento del judaísmo y luchar contra el antisemitismo. Se centran en: conferencias para seminaristas, sacerdotes y profesores; publicaciones que informen a un público más amplio sobre el judaísmo y las raíces judías del cristianismo; grupos de diálogo; participación en encuentros nacionales e internacionales entre judíos y cristianos.

Algunas hermanas estudian hebreo y judaísmo.

Las novicias reciben formación en conocimientos judíos, y cada provincia de la Congregación tiene una casa para hermanas cuyo tiempo y esfuerzos se dedican por completo a esta obra en particular.

1963

Las hermanas presionan a la Iglesia para que se abra al judaísmo en Nostra Aetate

En 1962, poco después de que las hermanas de Sion empezaran a trabajar conscientemente para cambiar su rumbo, la Iglesia Católica también empezó a experimentar una enorme transformación con el Vaticano II: un concilio de tres años de líderes católicos que produce dieciséis documentos con vistas a una renovación espiritual de la Iglesia en el mundo moderno.

En 1960, cuando se estaba preparando el Concilio, el historiador francés Jules Isaac, cuya esposa e hija fueron asesinadas en Auschwitz, se reúne con el Papa Juan XXIII en audiencia privada y solicita que se cree una “subcomisión” del Concilio para estudiar la cuestión de la enseñanza cristiana sobre el pueblo del Antiguo Testamento, el “Antiguo Israel”.

1964

Nostra Aetate: programa de trabajo de NDS

La Congregación traslada su Generalato —su sede central— de París a Roma, para facilitar la colaboración con el Concilio Vaticano II.

Las hermanas, durante su trabajo en Nostra Aetate, comprenden con más claridad que es preciso ir más allá de adquirir conocimientos teóricos sobre el judaísmo. Necesitan, por el contrario, aprender de los ideales de la religión judía, a través del estudio, pero también a través de la amistad con el pueblo judío; y esta apreciación más profunda debe integrarse en su trabajo.

El Cardenal Bea considera que las hermanas están perfectamente situadas para aplicar Nostra Aetate en el mundo. Durante la reunión del Capítulo General de la Congregación, el Cardenal es invitado a hablar y define Nostra Aetate “un verdadero programa para vuestro trabajo.”

1964

Sion abre más centros judeocristianos en todo el mundo

Los cambios en la misión de la Congregación desde Nostra Aetate son cada vez más evidentes y tangibles, ya que la Congregación invierte mucha energía en la creación de espacios donde cristianos y judíos puedan entrar en contacto y aprender activamente sobre la fe del otro.

En los años 60 y 70, se crean dieciséis centros Notre Dame de Sion para el estudio, la documentación y el encuentro entre judíos y cristianos: en Jerusalén, Europa, América del Norte, América Central, América del Sur y Australia. Estos centros serán paladines en la Iglesia y en el emergente espacio judeocristiano de intercambio y entendimiento entre cristianos y judíos, y entre personas de diferentes religiones.

En total se abren diecinueve centros.

1964

Las hermanas llegan a Nicaragua

Un pequeño grupo de hermanas llega a Nicaragua en 1964, para gran alegría del sacerdote franciscano y de los antiguos alumnos del Colegio de Sion de Costa Rica que han solicitado su presencia.

Se mudan a una modesta casa y empiezan a enseñar en dos escuelas de barrios desfavorecidos de Managua. Llegan más hermanas; algunas se unen a las de Managua, mientras que otras se establecen en los pueblos de los alrededores y en Estelí, al norte. A medida que crece la presencia de Sion, crece también el alcance de su ministerio. Además de la enseñanza escolar, las hermanas ofrecen catequesis para niños, formación para catequistas y cursos bíblicos, y apoyan proyectos para mujeres.

Las hermanas comparten con el pueblo las dificultades y el dolor por una guerra civil que deja el país sumido en una gran pobreza. Una hermana permanece en Nicaragua hasta 2022, impartiendo clases en la Universidad Centroamericana y realizando labores pastorales.

Hoy existe una comunidad activa de miembros laicos de la Familia de Sion en Managua, que llevan adelante los proyectos iniciados por Sion.

1966

Las hermanas llegan a Irlanda

Poco más de cien años después del primer viaje de Alphonse Ratisbonne a Irlanda, unas hermanas eligen una casa en el campo, entre Dublín y la frontera con Irlanda del Norte, como sede de un centro residencial y de retiro judeocristiano. La casa, una mansión georgiana, está bastante deteriorada cuando se instalan las hermanas.

Construyen un invernadero de 2000 m² y venden las flores y verduras que cultivan en mercados de Dublín y Belfast para financiar las reformas y devolver la casa a su estado original.

Bellinter House se inaugura justo después del Concilio Vaticano II y es uno de los centros del nuevo movimiento catequético en Irlanda. Ofrece escuelas residenciales de verano para la formación bíblica y la comprensión de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, que instan a la Iglesia a replantearse su concepción de la Iglesia, la práctica litúrgica y las relaciones con el judaísmo y otras religiones.

La casa es un lugar acogedor, en el que la población local puede trabajar y disfrutar de reuniones sociales.

Tras varias décadas como centro judeocristiano y de renovación bíblica, Bellinter House cierra en 2002 y las hermanas se trasladan a Belfast y Dublín.

En la actualidad Sion trabaja en Irlanda, en diferentes diócesis y de diversas maneras, en el crecimiento y desarrollo personal a través del estudio de la Biblia, y ofrece asesoramiento.

1966

El centro SIDIC abre sus puertas en Roma

Las hermanas planifican abrir un centro en Roma para promover las enseñanzas de Nostra Aetate, a fin de que lleguen al corazón y a la mente del mundo cristiano.

Crean el SIDIC – Service Internationale de Documentation Judéo-Chrétienne (Servicio Internacional de Documentación Judeocristiana), con sede en el centro de la ciudad. SIDIC-Roma organiza programas educativos y se convierte en un lugar de encuentro para el diálogo y el estudio interreligiosos. Se crea una biblioteca con más de 5.000 libros y revistas sobre fuentes e historia judías, sobre la historia de las relaciones judeocristianas, sobre la Shoá y la filosofía y teología posteriores a la Shoá, y sobre la evolución de Nostra Aetate y posterior a Nostra Aetate.

Durante treinta y seis años, entre 1967 y 2003, se publica una revista cuatrimestral, la Revista SIDIC, en inglés y francés.

En 2002, la biblioteca y el servicio de documentación del SIDIC se trasladan al Centro de Estudios Judaicos Cardenal Bea, dirigido por la Universidad Gregoriana de Roma.

1967

Las hermanas llegan a Argelia

Otra congregación pide a las hermanas que se hagan cargo de un albergue para más de cuarenta estudiantes en Argel. Cuando en 1976 la política de nacionalización les obliga a transferir la gestión del albergue a personal argelino, las hermanas se quedan, trabajando en otros empleos: en la dirección y administración de hospitales, y como profesoras en institutos culturales y embajadas.

Las hermanas abandonan Argelia en 1985.

1968

El centro judeocristiano de París se convierte en SIDIC-París

En 1968, el Centre d’étude et d’information pour Israël pasa a llamarse SIDIC-Paris – Service d’Information et de Documentation Juifs-Chrétiens: una descripción más precisa de la intención del centro como servicio de información y documentación judeocristiana en Francia, y en consonancia con la iniciativa de Roma.

SIDIC-París organiza reuniones de estudio sobre el hebreo bíblico, la lectura de la Biblia con comentarios judíos, la historia del pueblo judío y la concienciación sobre la Shoá. Publica su propia revista y alberga una biblioteca en expansión. El centro encabeza el movimiento de relación entre cristianos y judíos durante los años setenta y ochenta.

En 2016, SIDIC-París cede sus recursos a CIRDIC, un centro judeocristiano cuya misión coincide con el pensamiento de Sion.

1968

Las hermanas llegan a Alemania

Théodore conocía bien la Alemania de antes de la guerra, pues parte de sus años escolares los transcurrió allí, y la veía como un lugar ideal para una fundación de Sion. Este deseo, sin embargo, no se hizo realidad en vida suya.

Cuando las hermanas llegan a Alemania en 1968, la historia reciente del país sigue envuelta en el silencio.

Las hermanas se instalan en Fráncfort, una ciudad con una larga tradición de tolerancia y respeto. Deciden no abrir un centro, sino que prefieren trabajar con otras personas y en otros lugares. Dirigen grupos de estudio de la Biblia y participan en charlas, enseñan y, poco a poco, se dan a conocer por su promoción de las relaciones judeocristianas.

Las hermanas viven la transición de Alemania, desde el silencio sobre el Holocausto a la aceptación de afrontarlo, un proceso que comienza lentamente y se enriquece tras el 40 aniversario de “La noche de los cristales rotos” o November Pogrom en noviembre de 1978, cuando actos conmemorativos, charlas, libros y películas ponen de relieve los sucesos de los años 30 y 40.

En 2007, las hermanas consideran que ha llegado el momento de establecerse en la antigua Alemania del Este, donde la concienciación sobre el Holocausto está menos avanzada y es necesario desarrollar el conocimiento del judaísmo y el entendimiento judeocristiano. Se trasladan a Halle/Saale y se implican en el trabajo parroquial.

Hoy en día, las hermanas en Alemania ejercen su apostolado en la profesión médica y el estudio bíblico.

1969

Las hermanas llegan a Yugoslavia (hoy Eslovenia)

Hermanas yugoslavas fundan una comunidad en su país natal. Durante doce años se dedican a trabajos parroquiales en Žiri, como la catequesis y el apoyo a niños necesitados y sus familias.

1972

Las hermanas llegan a Argentina y fundan un centro bíblico en Buenos Aires

Desde 1968, las hermanas de Nuestra Señora de Sion inician un diálogo con los responsables de la Iglesia argentina para llevar la Congregación al país. En 1972, un grupo de hermanas brasileñas funda una comunidad en Buenos Aires.

Su mandato es tratar que se pongan en práctica las recomendaciones de la declaración Nostra Aetate sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas.

Se esfuerzan por establecer vínculos con las comunidades católicas, protestantes y judías locales, y organizan y acogen debates sobre temas judeocristianos. Participan en la vida parroquial, enseñando y orientando sobre la Biblia a adultos y niños, a la vez que contribuyen a las actividades sociales.

La labor educativa de la casa de Sion se amplía y toma forma una biblioteca, que incluye folletos pedagógicos preparados por las hermanas. En 1991, este lugar de encuentro para el aprendizaje judeocristiano adopta el nombre de Centro Bíblico Nuestra Señora de Sion. Diez años más tarde se abre una segunda ala, la Escuela Bíblica Nuestra Señora de Sion, con un programa a tiempo completo para responder a la necesidad de un tipo de estudio bíblico más profundo. La escuela obtiene la aprobación de la Academia Bíblica y se convierte en la primera escuela de Argentina que ofrece educación terciaria certificada especializada en los dos Testamentos de la Biblia.

En 2002 las hermanas abandonan Argentina, pero su compromiso con la educación bíblica y el diálogo interreligioso perdura en el centro hasta nuestros días.

Centro Bíblico Nuestra Señora de Sion hoy
1972

Las hermanas llegan a México

Las hermanas van a México para estudiar. Allí encuentran una activa comunidad judía y, durante ocho años, mientras prosiguen sus estudios, se implican en actividades judeocristianas y ecuménicas.

Tienen gran entusiasmo por mantener una comunidad allí, pero no consiguen obtener el permiso para hacerlo. Una vez finalizados sus estudios, deben abandonar México.

En 2016 y 2017, las hermanas regresan al país con algunos laicos vinculados a Sion para ofrecer programas intensivos de estudio de corta duración en una parroquia de San Luis Potosí.

1982

Nace oficialmente el CBF en Jerusalén

La semilla del CBF – Sion Centre for Biblical Formation (Centro de Formación Bíblica de Sion) la siembra en los años 70 en Jerusalén un pequeño grupo de religiosos francófonos eruditos, que inicia sesiones de estudios bíblicos para los interesados en profundizar su conocimiento de las Escrituras. Componen el grupo hermanas y hermanos de Sion.

Las primeras sesiones tienen lugar en el convento de las hermanas de San José. Con el tiempo, evolucionan dos ramas de estudio: una de estudios judíos y otra de formación bíblica.

En 1982, la actividad de formación bíblica se transfiere al Ecce Homo. Las hermanas de Sion prosiguen la colaboración establecida en St. Joseph y añaden cursos de inglés al programa de francés.

Los programas que desarrollan las hermanas integran las clases tradicionales con excursiones a lugares bíblicos y encuentros con la población local. A partir de 2007 los cursos también se imparten en español.

En la actualidad, el CBF ofrece cursos en inglés, español y francés, y desarrolla programas con los demás centros de estudios de Sion y con otras organizaciones y grupos.

El CBF hoy
1984

Una nueva comunidad en Suiza

Cuando las hermanas fundan una comunidad en Ginebra, la ciudad es predominantemente protestante, cuenta con una comunidad judía, y se están resolviendo disputas históricas con la Iglesia Católica. Ginebra también es sede de numerosas instituciones internacionales, como la Sociedad de Naciones (precursora de la ONU), el Consejo Mundial de Iglesias y la Secretaría del Congreso Judío Mundial.

Este carácter internacional de Ginebra es la principal motivación para fundar allí una comunidad de NDS en 1984. Tres hermanas se unen a una que vive allí desde hace varios años, dedicada al trabajo pastoral y a cultivar las relaciones entre las comunidades cristiana y judía.

Durante diez años, hasta su partida en 1994, las hermanas se dedican a actividades de diversa índole: profesionales (asistencia sanitaria, trabajo en bibliotecas), pastorales (catequesis, capellanía universitaria y hospitalaria) y al diálogo interreligioso y judeocristiano.

En este último ámbito, una de las iniciativas que surgen es un Groupe de Dialogue entre Juifs et Chrétiens (Grupo de Diálogo entre Judíos y Cristianos), que en 1989 publica “Principios y perspectivas del diálogo judeocristiano”, una importante revisión en la que colaboran estudiosos judíos y cristianos de los “Diez puntos de Seelisberg”, redactados en 1947 solo por cristianos.

Las hermanas entablan un diálogo con el Congreso Judío Mundial cuando se establece un convento carmelita en Auschwitz.

1984

Se renueva la Constitución de la Congregación

En 1975 se empieza una nueva redacción de la Constitución de la Congregación, el libro que establece lo que son y lo que quieren ser las hermanas de Sion. En 1981, todas las hermanas llegan a un consenso sobre un texto completo que refleja la evolución del medio siglo anterior y servirá de guía para el futuro.

En 1984 el Vaticano aprueba el texto final.

1986

Nace la Familia de Sion

Hay un nuevo impulso para buscar formas de compartir y trabajar con hombres y mujeres de fuera de la Congregación que se sientan atraídos por la visión de Notre Dame de Sion. Las diferentes formas de asociación y amistad que surgen resultan mutuamente enriquecedoras.

Algunas personas participan en programas de formación que incluyen el estudio y la reflexión sobre la Palabra de Dios a la luz de las tradiciones judía y cristiana, el judaísmo, y la historia y espiritualidad de la Congregación.

Hoy en día, la Familia de Sion es diversa y está muy extendida, con amigos y asociados en todas las regiones internacionales donde están presentes las hermanas, así como en algunas donde no lo están.

1989

Inauguración del centro CERJUC en San José (Costa Rica)

Tras cuatro décadas de trabajo preparatorio, en 1989 se inaugura en San José el CERJUC – Centro de Estudios Bíblicos y Relaciones Judeocristianas. Entre 1949 y 1989, dos hermanas trabajan incansablemente para promover relaciones armoniosas entre la comunidad local y los numerosos inmigrantes judíos en Costa Rica, y una tercera hermana logra el apoyo de académicos católicos y no católicos y de figuras ilustres, para hacer del CERJUC el punto de referencia del país para estudios bíblicos desde una perspectiva judeocristiana.

La principal actividad del CERJUC es la educación de adultos. El centro imparte cursos, conferencias y talleres de estudio de la Biblia y hebreo bíblico, publica material educativo y alberga una biblioteca especializada. Llega a ser una voz fuerte en las relaciones interreligiosas de Costa Rica.

Hoy la actividad del CERJUC continúa en ese país y se ha extendido internacionalmente en el ámbito virtual.

CERJUC hoy
1990

Las hermanas llegan a Filipinas

En esos años, la Congregación presta especial atención al mundo a través de los ojos de quienes viven en la pobreza. Las hermanas han percibido una riqueza en las culturas asiáticas que desean añadir a la vocación de Sion. Tras una larga búsqueda de posibles destinos, aceptan la oportunidad de trasladarse a Filipinas, para formar parte de una nueva iglesia emergente allí.

Primero se establecen como comunidad en el municipio de Real, en un entorno rural. Pasan dos años aprendiendo el idioma y familiarizándose con la cultura y el contexto, y luego se implican de lleno en proyectos de subsistencia para empoderar a la población local, especialmente a las mujeres.

En 1995, se establece una segunda comunidad filipina en la provincia costera de Aurora. Allí, las hermanas viven entre agricultores, pescadores y trabajadores.

En 2018, a una hermana con formación jurídica se le revoca el visado por haber ayudado a personas con bajos ingresos. Las hermanas restantes siguen profundamente comprometidas con la justicia social y medioambiental, y con temas interreligiosos.

1991

Sion prueba una nueva experiencia de apostolado itinerante en el Congo

En 1987, un grupo de hermanas visita la República Democrática del Congo para explorar la posibilidad de crear allí una nueva fundación. No se crea una fundación, pero sí una pequeña red entusiasta que genera varias iniciativas.

En 1990 y 1991, las hermanas regresan al Congo para impartir cursos de formación bíblica para seminaristas y religiosos en la diócesis de Kisantu, que se interrumpen en 1992 debido a la guerra.

Entre 2001 y 2004, las hermanas ponen en marcha, bajo su gestión, un proyecto de escolarización de 160 huérfanos, víctimas del SIDA en Bukavu, en el este.

En 2007 comienzan a ofrecer cursos de formación bíblica de un mes de duración a los responsables parroquiales laicos de Kananga. La enseñanza se extiende a toda la población local, y las hermanas ofrecen su apoyo a las reuniones durante todo el año, incluso cuando no están presentes. Personas de todas las edades se reúnen regularmente para compartir alegrías y penas, apoyar a los afligidos y ayudar a los niños en la escolarización, además de participar en la formación que se ofrece cuando las hermanas vienen de visita. De este modo, se forma una comunidad de Amigos de Sion de entre cien y doscientos miembros.

1996

Las hermanas llegan a El Salvador

Un pequeño grupo de hermanas se traslada a El Salvador. Al principio colaboran con las comunidades parroquiales en la formación bíblica y catequética, enseñan en una escuela local y ofrecen apoyo a personas de comunidades marginadas.

Desde hace casi dos décadas, siguen trabajando en proyectos de justicia ecosocial, a menudo acompañando a mujeres y jóvenes en su lucha diaria por la supervivencia. Entran a formar parte de redes bíblicas y religiosas, e imparten cursos de Biblia y educación religiosa para niños y adultos en varias parroquias. Participan en proyectos nacionales de promoción de la paz.

Cuando la Congregación deja El Salvador en 2015, queda un sólido grupo de laicos asociados que permanecen fieles a Notre Dame de Sion incluso en ausencia de las hermanas y hasta el día de hoy disfrutan estudiando la Biblia juntos y siguen trabajando con el espíritu de Sion.

2004

Las hermanas llegan a Polonia

Las mujeres polacas han formado parte de la Congregación desde su fundación en el siglo XIX pero, a pesar del deseo de Théodore Ratisbonne, no se crea una comunidad en Polonia en vida suya, porque en aquella época el territorio polaco estaba dividido entre el Imperio Ruso, el Reino de Prusia y la Monarquía de los Habsburgo, y existía cierta hostilidad hacia el catolicismo.

En los años ochenta, una hermana empieza a visitar Polonia para ayudar a resolver el conflicto sobre el convento carmelita de Auschwitz.

En 2004, cuando Polonia ingresa en la Unión Europea, las hermanas abren una casa de formación en Cracovia. Eligen un lugar cercano al campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, para subrayar la especial sensibilidad de las hermanas hacia el pueblo judío y el Holocausto.

Las hermanas se dedican al diálogo interreligioso en Cracovia, en toda Polonia y en el mundo. Su objetivo es profundizar en el conocimiento de la Biblia y las raíces judías de la fe cristiana, y para ello organizan grupos de estudio bíblico sobre judaísmo y retiros espirituales, y escriben sobre temas judeocristianos y bíblicos. A través de la oración y las reuniones ofrecen apoyo en el discernimiento vocacional.

2012

El apostolado itinerante de Sion se extiende a nuevos territorios

Las hermanas comienzan a ofrecer sus programas de enseñanza en nuevos lugares, principalmente en el Sur Global, donde la Congregación no está presente de modo permanente y hay necesidad de apoyo en la educación judeocristiana.

Tras la experiencia del apostolado itinerante en el Congo en la década de 1990, las hermanas empiezan a pensar en cursos bíblicos de corta duración en otras partes del mundo, con el objetivo de compartir con clérigos, seminaristas y laicos sus conocimientos sobre el judaísmo, la comprensión judía de las Escrituras y las raíces judías del cristianismo.

2024

Vivir hoy el carisma de Sion

Las hermanas siguen viviendo su llamada en los cinco continentes a través de diversas formas de apostolado, vinculadas por el carisma de Sion, trabajando para la Iglesia, el pueblo judío y un mundo de justicia, paz y amor. Recorren el camino sinodal, en diálogo con la vida, las personas necesitadas, la belleza y la angustia del planeta; tratando siempre de fortalecer y profundizar su servicio al mundo.

 

 

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