Cómo vivo el llamado de Sion

por Yeris Eliezer Ubau Castillo

Cuando me preguntaron cómo vivo el llamado misionero desde el carisma de Sion, me puse a pensar en algunas preguntas.

¿Quién soy yo como ser humano? ¿Cómo Sion me ha acogido desde mi diferencia? Observo que la Congregación me ha ayudado de múltiples maneras.

Escucha, servicio, amor por la Palabra y respeto por la dignidad humana

Por un poco más de 10 años, Sion me ha impregnado su carisma de escucha, servicio, amor por la Palabra y respeto por la dignidad humana; aspectos que me han sido esenciales para comprender de manera diferente la realidad en la que vivo, donde mujeres y niños son maltratados, tristemente cargan con uno de los peores aspectos de nuestra cultura machista.

Un proyecto instaurado por Sion intenta ayudar y promover un cambio, dando voz, infundiendo valor y proporcionando herramientas concretas que promueven un sano desarrollo para los niños, y hacen presente el rostro cercano de Dios.

Dando voz, infundiendo valor y proporcionando herramientas concretas

Siento que esta misión que el proyecto ha venido realizando por casi 30 años, es más bien una misión de aprendizaje y reconocimiento mutuo, es un camino que se hace en comunidad. No sabía lo valiosa que es la comunidad antes de formar parte del proyecto de Sion.

Un camino que se hace en comunidad

Vivo con orgullo y con ganas de continuar este camino, que es difícil, pero tiene tantos momentos significativos, como las sonrisas sinceras de los niños, los rostros tranquilos y llenos de confianza de las mujeres, y ver a mi comunidad luchando cada día.