El evento que duró cinco días sobre el tema “Misión en un mundo pluralista” tuvo buenos conferenciantes con experiencia en desafíos misionarios de Egipto, Bélgica, Alemania, Italia e Irlanda. Los temas más importantes tratados fueron Libertad e Islam, Caridad y Budismo y Justicia y Judaísmo.
Sor Therese habló sobre sus experiencias en Dublín, Irlanda, donde trabaja en el diálogo en el Consejo de cristianos y judíos. También dirige reflexiones bíblicas utilizando las fuentes judías en parroquias y realiza una tarea como consejera.
Su presentación comenzó comentando lo que Martin Buber, un filósofo austríaco judío, nacido en Israel, definía como diálogo: “el terreno de la autorrealización”. Entrando en el diálogo, ella explicó, uno puede conocer más su propia identidad y, al mismo tiempo, abrirse más al progreso y la diferencia. Para ello se necesitan aptitudes de escucha y tomar conciencia del otro, como también una actitud de apertura hacia la gente y a lo que puede emerger a medida que el diálogo progresa.
Pero los beneficios del diálogo van más allá de la autorrealización. Therese continuó mostrando cómo, desde una perspectiva más amplia, la toma de conciencia y la escucha son fundamentales para obtener la justicia para todos y para nuestro planeta a largo término. Examinó cómo los aspectos relacionales de justicia y los pasos que hay que dar para conseguirlos están enraizados en la Biblia, y consideró la importancia de las relaciones justas en relación a la frase “rectitud y justicia” en Génesis 18,19. Ello, explicó, proporciona una base para estudiar la justicia como una manera de ser en el mundo.
Concluyó la conferencia diciendo que tanto el diálogo como la justicia precisan basarse en el deseo de tener justas relaciones con los demás: con Dios, con uno mismo, con otros y con el entorno. Y que las relaciones justas suponen una manera de relacionarse que respete y sostenga los derechos humanos y proteja la dignidad de la creación.
Llamando finalmente a la acción, Therese incitó: “Para que existan relaciones justas, en las que la gente y el planeta encuentren sus necesidades, debemos crear y desarrollar estructuras justas que aseguren resultados a largo término para construir un mundo mejor.”
El enfoque de Therese en el debate sobre el pluralismo religioso provocó interesantes preguntas y comentarios de los participantes a la conferencia. La hermana marista Nayeli Mendez Serrano, que encuentra gente de diferentes estratos en su ministerio como enfermera en Méjico, dijo que se sentía motivada para comprometerse más en ecumenismo y diálogo interreligioso en el hospital donde trabaja. “Voy a escuchar más”, dijo, “y tratar de crear una atmósfera de respeto y apertura a los otros.”
El Padre Peter Baekelmans, director de SEDOS, dijo que esperaba que el seminario alentaría a las congregaciones misionarias en la Iglesia a comprometerse activamente en el diálogo interreligioso.