ConnecSion 2024: un viaje espiritual del pasado al presente

11 septiembre 2024

Las jóvenes hermanas de Nuestra Señora de Sión estaban muy emocionadas al llegar para participar en una peregrinación en Estrasburgo y París, con el fin de explorar lugares muy queridos por su fundador y las primeras hermanas.

 

ConnecSion 2024 fue una oportunidad para aprender más acerca de las raíces de la congregación a medida que atravesaban los lugares donde todo comenzó, así como una oportunidad para vincularse entre sí como religiosas de Nuestra Señora de Sión hoy día.

Era la segunda vez que el encuentro se celebraba en Francia desde la primera ConnecSion en Jerusalén en 2009. Otros años se había realizado en Brasil y Filipinas. Después de un largo intervalo debido a Covid, la invitación a este encuentro en Francia se extendió a las hermanas que habían hecho su profesión desde 2016. Para algunas, fue la primera vez que pudieron abrazarse, tras años de conocerse sólo a través de videoconferencias, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería.

“Sólo había conocido en persona a la mitad del grupo”, dijo la hermana Crystal. “Me dio un vuelco el corazón al conocer a mis hermanas y a aquellas con las que estamos emparentadas, como las religiosas de San Luis de Juilly. Fue como conocer familiares que no sabía que tenía”.

Conociendo a las “parientes” de Sion, las religiosas de San Luis.

 

Alsacia

La primera semana la pasaron en Alsacia. Las hermanas empezaron familiarizándose con el contexto de Estrasburgo a mediados y finales del siglo XIX, y luego viajaron a lugares de importancia histórica para su fundador, Teodoro Ratisbonne, como Bischheim, donde había vivido su familia, y Molsheim, donde fue invitado a estudiar Teología por el obispo de Estrasburgo.

En el castillo de Turquestein, las hermanas se tomaron un tiempo para rezar y reflexionar sobre el acontecimiento que allí había tenido lugar. En 1797, Louise Humann, Joseph Ludwig Colmar y Madame Breck sellaron allí un pacto, comprometiéndose y dedicándose a poner la educación al alcance de los niños que vivían en la pobreza. Medio siglo más tarde, inspirado por la guía espiritual de Louise Humann, Teodoro Ratisbonne sentó las bases de la congregación de Sión y la primera enseñanza comenzó, haciendo realidad la visión establecida en el Pacto de Turquestein.

En el lugar del Pacto de Turquenstein.

 

París

En París, las participantes de ConnecSion visitaron las iglesias que habían frecuentado las primeras hermanas, y las casas donde habían vivido con los niños a su cargo. En los archivos de NDS, así como en los de la Compañía de las Hijas de la Caridad y de las Hermanas de San Luis, la historia que iban reconstruyendo poco a poco se hacía aún más clara al hojear cartas, documentos y obras de arte originales que daban vida al pasado.

“Estamos contentas porque ahora todo lo que leímos y estudiamos cuando estábamos en formación cobra sentido”, comentó Sor Alejandra.

En el Memorial de la Shoah de París, encontraron los nombres de algunas hermanas y padres de Sion que habían obtenido el título de “Justos entre las Naciones” por haber salvado a personas judías durante la Segunda Guerra Mundial.

En el Memorial de la Shoah de París.

 

Vida contemplativa

El penúltimo día lo pasaron en compañía de las hermanas contemplativas en Grandbourg, en las afueras de París. Fueron momentos valiosísimos para todas, que dejaron al descubierto la belleza de una vida religiosa que trasciende las nociones comunes de éxito y felicidad y aporta una sensación de plenitud en la intimidad con Dios.

Las participantes de ConnecSion se reúnen con sus hermanas contemplativas en Grand Bourg.

“La vida contemplativa es mucho más que vivir en silencio durante el día; es una invitación continua a redescubrir lo Sagrado en el silencio interior, donde el alma se aquieta y se vuelve receptiva a la voz de Dios”, explica sor Lucía.

“En este silencio, las distracciones del mundo pierden su poder y el corazón se abre a un encuentro profundo y transformador. El silencio no es sólo la ausencia de sonido, sino un espacio donde la presencia divina puede sentirse de forma tangible. Vivir esta contemplación es un ejercicio de entrega y confianza, donde cada gesto, oración y respiración se convierten en un puente hacia lo divino”.

 

Energía renovada para la próxima misión

Estas reflexiones condujeron perfectamente al último día, que fue de reflexión y gratitud. Tras dos semanas rastreando los pasos de Teodoro y Alfonso Ratisbonne y de las primeras religiosas de Sion, el grupo se marchó sintiéndose lleno de energía y preparado para seguir adelante en sus respectivos lugares de misión.

Oración y reflexión el último día.

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