Los votos de Beth fueron recibidos, en nombre de la congregación, por sor Denise Cusack quien dijo: “Fue realmente un privilegio estar junto a Beth en esta hermosa celebración” que reunió a mucha gente venida de lejos.
Beth concluyó el evento homenajeando a las hermanas que fundaron la comunidad de Sión en las Filipinas el 12 de septiembre de 1990, agradeciéndoles sus respectivas respuestas al llamado que les hizo el Señor para servir en otra cultura.
Ya activa como catequista profesional, Beth entró en contacto con la congregación en un encuentro fortuito invitada por una desconocida a una sesión bíblica con las hermanas de Sión en Kiloloron. En esa reunión, Beth se sintió atraída por una discusión sobre el tema “Dios es amor”, el que, dice ella, alimentó su vida desde ese momento.
Beth entró en la congregación hace doce años y pronunció sus primeros votos en 2011. Desde entonces continuó sus estudios hasta completar un curso en el Instituto de Estudios religiosos en Manila en 2018, y está ahora siguiendo un curso en el Centro de la Universidad de Manila sobre Ministerios de la familia. Mientras estudia ha estado comprometida en ministerios relacionados con los indigentes de la ciudad y trabajando en el consejo del destacamento de Manila sobre concientización urbana y enseñando la catequesis en una parroquia cercana.
Para ella, el pasado jueves fue: “el día en el que pude expresar mi agradecimiento al amor fiel de Dios y sus promesas.”
La presencia de sus padres, hermanos, amigos y otras religiosas le dieron a Beth una gran alegría y le recordaron que ellos estuvieron siempre presentes en su recorrido. Su anhelo para el futuro es continuar, junto a la familia de Sión, a celebrar el gozo, la esperanza y el amor de Cristo en todo lo que realice.