En el bibliodrama se invita a los participantes a elegir un personaje de la historia bíblica y a identificarse con ese personaje. Al jugar ese papel, ellos se dejan guiar por su propia imaginación e intuición para representar la historia y verla desde una nueva perspectiva.
La representación va siempre precedida de una discusión y una serie de ejercicios, que incluyen oraciones, danzas y actos simbólicos de reverencia hacia las Escritura, lo que ayuda a los participantes a tener confianza en sí mismos en la presencia de otros.
Se requiere que los participantes estén familiarizados con la Biblia incluyendo alguna preparación en los hogares. Hay algunas coincidencias tanto con un estudio académico como con la oración. Pero en el bibliodrama hay una intensa mezcla de subjetividad y objetividad, obediencia al texto y libertad para investigarlo más a fondo, lo que lleva a una experiencia de las Escrituras que es casi única.
Si bien hay un componente psicológico, sor Anne explica que el bibliodrama es diferente del psicodrama. Si el psicodrama tiene una finalidad terapéutica, el bibliodrama es pastoral: la Biblia tiene el lugar central en la experiencia. “Uno no se aparta del relato a tangentes que lo tocan personalmente”, dice. En vez, “uno entra en el texto que lo conduce a un diálogo espontáneo con la Palabra de Dios”.
El bibliodrama se hizo popular en los EEUU y Europa en los años 1960 y llegó a las Filipinas más o menos treinta años más tarde. Algunos le atribuyen sus raíces al Midrash, la antigua tradición judía que ayuda a leer cuidadosamente, a reflexionar y a estudiar o discutir en comunidad las Escrituras Hebreas, llenando los vacíos entre las palabras del texto para que éste sea apropiado en la vida contemporánea.
Durante años, sor Anne ha observado la amplia variedad de maneras en que la gente actúa el bibliodrama. Para ella, el elemento de sorpresa, no sabiendo nunca lo que puede surgir, es un elemento que da vida y energía. Una constante, sin embargo, es el sentido de comunidad que se enciende entre los participantes.
El año pasado, la situación provocada por el Covid 19 presentó nuevos desafíos para los participantes del bibliodrama. Normalmente hay mucho movimiento en la pieza donde se actúa. Al pasar a sesiones virtuales, el potencial de la expresión física de repente se redujo. Cuando se le preguntó cómo se las arregló con eso, Anne contestó: “Confié simplemente en Dios porque había una necesidad de bibliodrama pero yo no tenía las aptitudes para realizarlo on line.” De hecho, el paso a la actividad on line terminó produciendo más reflexión, que Anne describió como siendo “penetrante de una manera diferente”.
En el primer curso on line de sor Anne se inscribieron dieciocho estudiantes del Instituto de Formación y Estudios Religiosos en Manila. Procedían de Vietnam, Indonesia, China, Burkina Faso y las Filipinas. El taller se daba en diez sesiones de tres horas, en las dos últimas sesiones, los participantes presentaban su propio bibliodrama, cada uno para un grupo específico como los jóvenes o las parroquias locales. Algunos ya habían utilizado el bibliodrama en sus ministerios, y sor Anne confía en que seguirán haciéndolo.
Sor Anne comparte su experiencia como facilitadora del bibliodrama en un folleto titulado Bibliodrama: A Transformative Word – Excavating the sources: Discovering God as a God of Surprises (Bibliodrama: Una palabra transformativa – Excavando las fuentes: Descubriendo a Dios como el Dios de las sorpresas). Es el segundo de una serie de tres folletos que investigan diferentes maneras de vivir la Palabra de Dios, publicado por las Religiosas de Nuestra Señora de Sión en colaboración con Gantala Press Inc. Éste está ilustrado por Clarisse Alfonso, con dibujos de Kristine Paz Yap.
por Sor Anne-Marie Brittain