Para marcar el aniversario fue celebrada una misa por el Padre Randall Villalobos a la que asistieron el personal de CERJUC, los alumnos, colaboradores y amigos. Después de la misa, se plantó un olivo, con música de fondo, en el jardín del colegio Nuestra Señora de Sión.
Se puede encontrar una mención de la tentativa de confiar un nuevo centro para las relaciones judeocristianas a las religiosas de Nuestra Señora de Sión en el V Sínodo Arquidiocesano de 1984-1985.
Sin embargo, la historia de CERJUC comenzó en realidad cuatro décadas antes de la apertura del centro cuando en 1949, la hermana húngara Yolanda Palfi llegó a Costa Rica. Sor Yolanda se dedicó inmediatamente a trabajar promoviendo relaciones armoniosas entre la comunidad local y los muchos judíos que emigraban en esos momentos a Costa Rica, sobre todo de Polonia.
Sor Margarita Jiménez Sáenz, una religiosa de Sión del lugar, continuó la tarea comenzada por sor Yolanda y fue, durante muchos años, inagotable en su misión promoviendo el estudio bíblico entre las parroquias y comunidades hasta en los lugares más remotos del país.
La que finalmente fundó realmente el centro fue sor Soledad Haug Umaña, una religiosa costarricense, teóloga y biblista que consiguió juntar a teólogos, católicos y no católicos a nivel nacional e internacional. Inauguró oficialmente el centro el 4 de abril 1989, y consiguió establecerlo como un lugar de renovación, tanto para la promoción del estudio bíblico popular como para las relaciones judeocristianas.
Durante años mucha gente y amigos dieron su colaboración trabajando y amando el centro. El sr Hernán Rodríguez Castro, librero, instructor de talleres y miembro del equipo de coordinadores del centro, recuerda cómo muchas generaciones hicieron la experiencia de la espiritualidad transformadora y liberadora en CERJUC.
La Sra. Marjorie Salas Chacón agradece mucho la oportunidad que se la ha dado de poder servir como voluntaria en la librería del centro y también de tomar parte en los talleres. “Estoy descubriendo un Dios diferente”, dijo. “Es un Dios siempre presente, que respeta mis decisiones, que me enseña a servir y a ser compasiva, y respeta los valores de mi vecino.”
Hoy CERJUC opera en tres importantes áreas:
Planes para el futuro incluyen la extensión del trabajo educacional de CERJUC en otros lugares de América Central, tanto por medios tradicionales como electrónicos.