Antes de la ceremonia, Matthew Tapie, director del CCJS, presidió un simposio sobre “Las religiosas de Nuestra Señora de Sión y Nostra Aetate: Una antigua historia y sus nuevos horizontes” en el que Celia participó como oradora.
Celia dio una serie de instantáneas de las contribuciones de la congregación a la Iglesia en los años 60 en la declaración Nostra Aetate sobre el diálogo interreligioso, antes y después de su promulgación.
Presentó un informe convincente de cómo el camino hacia Nostra Aetate comenzó cuando fue fundada la congregación por Teodoro Ratisbonne en 1847, y cómo los acontecimientos de la Segunda guerra mundial llamó la atención sobre la necesidad de orientar ese camino más intencionalmente en la dirección del encuentro, la relación y la amistad con pueblos de otras creencias.
Relató cómo las hermanas de Sión, con pausada y concertada determinación, utilizaron la estrategia para hacer aprobar el texto, que corría el riesgo de ser enterrado en varias de las etapas durante los tres años que duró el Concilio vaticano.
Explicó cómo las hermanas implementaron Nostra Aetate inmediatamente después del Concilio, abriendo centros de documentación y encuentro sobre los temas judeocristianos, permitiendo así que judíos y cristianos de todo el mundo pudieran estudiar, investigar nuevas perspectivas y encontrarse unos con otros.
Dirigió su charla hacia el día de hoy, enfatizando el hecho de que las hermanas de Sión están constantemente llamadas a ser mujeres de diálogo en este camino que no se termina nunca.
En la segunda parte de su charla, Celia presentó un proyecto de las hermanas de Sión que involucra a otros tres panelistas: Rabino Dr. David Fox Sandmel (EEUU), Dr. Julias Togarepi (Zimbabwe) y P. Sylvester Kansimbi (Malawi).
El proyecto llevó a Celia a Harare, Zimbabwe, en 2017 y 2029, por un período de siete semanas, donde enseño a seminaristas de Sud-África, como también a estudiantes del curso de entrenamiento para la pastoral de los laicos. Volverá en enero de 2022.
El proyecto es parte del ministerio itinerario continuo de las hermanas de Sión, que apunta a extender su tarea en los estudios bíblicos, judíos e irreligiosos en lugares como Kenia, el Congo, Malta, Zimbabwe, Méjico y Amazonas en Brasil, donde la congregación no tiene una presencia permanente, y donde la demografía es tal que los cristianos tienen my poca o ninguna oportunidad de conocer a un judío.
En 2019 el Rabino Sandmel, director del Compromiso interreligioso en la Liga Anti Difamatoria, se unió a Celia para enseñar durante diez días, lo que alegró mucho al personal y los participantes.
Julias Togarepi, coordinador de la Facultad de teología de la Universidad católica de Zimbabwe, rindió homenaje a Celia llamándola una “verdadera embajadora de las relaciones interreligiosas”, apreciando la presencia y las enseñanzas del Rabino Sandmel, que describió como siendo “un punto de iluminación”.
Julias dijo que eso lo inspiró para aumentar su esfuerzo en la construcción de la paz a través de la colaboración interreligiosa, lo que llevó a planificar el primer encuentro interreligioso en el área, con representantes de seis religiones.
El Padre Sylvester, un sacerdote espiritano y miembro del Colegio Holy Trinity en Harare, habló con cándida honestidad sobre cómo las hermanas de Sión han dirigido su propio cambio personal hacia las personas de otras religiones.
Admitió que al comienzo había algunas sospechas en su comunidad sobre las intenciones de la congregación, porque las hermanas estaban proponiendo una manera de ser diferente de la que conocían, pero, finalmente lo que aprendieron a través de los encuentros con sor Celia y el rabino Sandmel, los llevó “de la negatividad a la positividad”.
La experiencia levantó nuevas preguntas para todos y aportó las diferencias y similitudes.
Celia fue desafiada a investigar cómo las ideas que le surgieron de las relaciones interreligiosas durante su trabajo en el Norte global pueden tener sentido en el contexto Sudafricano, y cómo el encuentro en África puede incitarla a ella y a las hermanas de Sión renovar la conversión al diálogo.
El rabino Sandmel también vio la necesidad de dar un paso atrás y pensar en el contexto. En el contexto de Zimbabwe, la mayoría no conoce la historia judía. Eso requiere un cambio de pensamiento y una adaptación en la manera de enseñar.
David contó como, por primera vez en años de enseñar, cuando mostró el talit (el chal de oración judío) para ilustrar el versículo que estaban leyendo, los estudiantes quisieron probárselo.
Así es el “diálogo de experiencia” en Sudáfrica, donde, como lo comentó el P. Sylvester, una atmósfera de hermandad ha nacido a través de actos simbólicos encontrándose y compartiendo.
Una pregunta del profesor Philip Cunningham, antiguo presidente del Consejo internacional de cristianos y judíos, dio lugar a algunas profundas respuestas. Les pidió a los panelistas que compartieran la mayor sorpresa que tuvieron al encontrarse con el otro.
Celia se sorprendió mucho de lo bien que se sentía en Harare, como si fuera su casa, por causa de la bienvenida que recibió de la gente del Trinity College. “Yo esperaba que la gente fuera educada y amistosa”, dijo, “pero no esperaba formar parte de la familia”. P. Sylvester hizo eco de ese sentimiento de unidad cuando expresó su agradecimiento a sor Celia, orgulloso de tenerla ahí.
El rabino Sandmel se sorprendió de las reacciones de la gente en Harare frente al modelo de la colaboración entre judíos y cristianos que pudo observar. Dijeron que habían profundizado la comprensión de ellos mismos en su propio contexto y aprendido un vocabulario para articularlo.
Tanto para Julias como para Sylvester, la transformación de la noción de judío, desde una distancia, de una idea abstracta a un persona viva o a un pueblo, hoy y ahora, fue la ocasión de abrirle los ojos. Para el P. Sylvester, fue una revelación poder encontrar a un judío y descubrir: “son exactamente como nosotros”.
Mirando hacia el futuro en el camino que lleva al diálogo y que no termina nunca, Celia confesó que aparecen tantas nueva preguntas que ella no sabe aún cómo articularlas.
“Hay algo nuevo que está emergiendo, dijo. Y mientras admite que eso da “un poco de miedo”, reconoce que es un don, y no tiene dudas sobre el desafío que presenta: “El desafío no debe detenerse nunca, hay que seguir siempre adelante, a un nuevo encuentro.”
Celia está trabajando en un comentario del evangelio de Mateo, que será publicado formando parte de la Serie de Comentarios sobre la Sabiduría (Prensa litúrgica).
El premio fue presentado por el Rabino A. James Rudin, co-fundador el CCJS y el Dr. Jeffrey Senese, presidente de la Universidad San León – la mayor universidad benedictina en el mundo.
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